Contexto fundacional. A nadie sorprenderá que los primeros enviados de la recién fundada casa misionera hayan sido destinados a China. Pero, sí puede sorprendernos que su segundo campo de acción haya sido Argentina, tierra evangelizada desde hacía siglos. 

La actitud del Fundador nos revela que en su mente el concepto de misión tenía un sentido muy amplio, que no se reducía al primer anuncio de la Palabra, sino también a la conservación de la fe y la vida cristiana donde éstas corrían riesgo de perderse.

Éste era precisamente, el caso de numerosos inmigrantes de habla alemana que desde hacía unas décadas vivían en Argentina. Urgido por insistentes pedidos provenientes de colonos alemanes y suizos radicados en la provincia de Santa Fe, que enviaban cartas a distintas autoridades eclesiales y a congregaciones religiosas en Europa, preocupados por la educación, la atención espiritual y los sacramentos que muchas familias no podían recibir, Janssen solicitó y obtuvo de la Sagrada Congregación de Propaganda Fide, la autorización para enviar sus primeros misioneros a la Argentina.

Los elegidos para la nueva misión fueron los PP. Enrique Becher y Germán Löcken, quienes arribaron al puerto de Buenos Aires el 23 de octubre de 1889. A fin de mes se dirigieron a Santa Fe. El 31 de octubre, por la tarde, llegaron a San Jerónimo Norte, colonia de inmigrantes suizos de habla alemana (en su mayoría del cantón del Wallis), que eran espiritualmente atendidos por un jesuita alemán.

Fundación misma del colegio San José. A poco de llegar, el P. Becher concibió el proyecto de fundar una casa de la SVD en aquella localidad.

La construcción del edificio del Colegio San José revela una historia verdaderamente maravillosa. El 24 de enero de 1891, “Der Argentinische Bote”, refiriéndose a los misioneros alemanes, expresa su admiración por cuanto, apenas transcurrido un año desde su llegada a Esperanza, ya habían erigido “un grandioso edificio, que en parte es escuela y en parte iglesia, esta última ya será inaugurada el 25 de enero”. Y, efectivamente, éste fue el día señalado para la inauguración de la capilla.

El rito de la bendición de la flamante capilla estuvo a cargo del Padre Enrique Becher como superior que era de la Congregación del Verbo Divino en la Argentina. La capilla fue consagrada al Sagrado Corazón de Jesús y el colegio al patrocinio de San José. “No hubo bancos, por suerte, de lo contrario, la tercera parte de la gente no hubiera podido franquear el umbral de la puerta. Apiñados estaban allí alemanes, españoles (por argentinos), franceses e italianos”.

El jesuita Federico Tewes, recientemente nombrado cura párroco de Humboldt, pronunció el sermón, primero en alemán y seguidamente en castellano. Cuando al final de la misa, Becher entonó el Te Deum, tanto cantaron que ni una nota se oyó del armonio, constata el P. Ernst. Por último, y ciertamente no podía ser de otra manera, tratándose de alemanes felices en una gran ceremonia religiosa, todos cantaron en un “fortísimo” persistente el “Grosser Gott wir loben dich”.

Así, el primero de marzo de este mismo año 1891, sencillamente, sin festejos, se inauguró la escuela, donde concurrieron alrededor de 60 alumnos: 40 eran hijos de alemanes, y los restantes, de franceses, italianos y argentinos. Los documentos no registran sus nombres, lastimosamente. Diez de ellos eran alumnos internos: no se pudieron aceptar más “a causa de la estrechez del lugar”. Esta sección de los pupilos, que nació con el colegio, fue creciendo poco a poco, hasta constituirse en una de los espacios más destacados y tradicionales de la institución. Débase a la misma, en gran parte, que el renombre del Colegio San José se difundiese en un amplio radio, aún mucho más allá de las fronteras provinciales y nacionales…” (Extracto del Libro “La fundación del Colegio San José” del P. Gabriel Oggier).

Sin lugar a duda, el origen y fundación de la casa de estudios Colegio San José marca un hito fundamental de la obra evangelizadora.  Al iniciarse el año lectivo, el primero de marzo de 1891 quedó inaugurado el nivel primario del Colegio San José, seccionado en dos partes: una a la enseñanza en alemán y la otra en castellano, que pronto se convertirá en un lugar privilegiado de evangelización, primer centro educativo de la Congregación en Argentina y en América Latina