P. Tadeo Giza SVD
P. Tadeusz Giza

Querida Comunidad Educativa:

Reciban un cordial y afectuoso saludo. Es una enorme alegría para mí escribir algunas líneas, recordando un nuevo aniversario de la fundación del Colegio San José. Se comprenderá mejor mi emoción, sabiendo que desde hace más que 32 años, por la maravillosa providencia de Dios estoy vinculado estrechamente con la comunidad educativa, bebiendo del pozo de la espiritualidad verbita, leyendo y escuchando los relatos verdaderamente maravillosos de la presencia de la Congregación SVD en esta realidad Santafecina, dónde el día 23 de octubre de 1989, arribaron los primeros verbitas: Becher y Luken.

El origen y la fundación del Colegio San José marcaron un hito fundamental en la obra evangelizadora de la Congregación en Esperanza, la cual coincide providencialmente con el desarrollo de la Primera Colonia Agrícola en Argentina.  Hoy resulta difícil entender la cultura y la expresión de la fe de la gente de Esperanza sin tener en cuenta la presencia del Colegio San José.

Históricamente hablando, el 1º de marzo de 1891 quedó inaugurado el nivel primario del Colegio San José, seccionado en dos partes: una a la enseñanza en alemán y la otra en castellano.

En 1918 se incorpora el nivel secundario, y así en forma sucesiva se dan pasos gigantescos llegando a la historia actual.

Desde la perspectiva de los 130 años de vida como comunidad educativa hacemos referencia a tres ideas: miramos el pasado con gratitud; vivimos el presente con pasión y abrazamos el futuro con esperanza.

         I. Miramos al pasado con gratitud…  Hoy alabamos a Dios por tantas maravillas que él ha hecho en esta comunidad.

         Alabamos a Dios por las personas que pasaron. ¿Cuántas generaciones, cuántas personas…? Los nombres de cada uno de ellas  están inscriptas en la bella historia de este colegio.

¿Cuántos profesores entregaron sus vidas para la tarea educativo-evangelizadora…, dejando huellas profundas en la vida de muchas familias y de innumerables personas. Muchos de ellos ya no están aquí… pero su paso por el colegio fue maravilloso.

Sin lugar a dudas, la misión del Colegio San José durante los 130 años en Esperanza presenta el protagonismo de personas extraordinarias, hombres carismáticos, grandes visionarios cuyos nombres deberían estar escritos con letras grandes en este campo de misión.

Muchas obras edilicias majestuosas se han realizado en este lugar. Impresionan las dimensiones, impacta la solidez y las estructuras del Colegio San José, pero mucho más maravilla –a mí por lo menos- la inmensa tarea evangelizadora llevada a cabo por tantos educadores en el corazón de la personas. No nos debe sorprender pues, que hoy la bella historia de la Ciudad de Esperanza y la del Colegio San José  sean dos historias que se han convertido en  realidades  preciosas e inseparables.

         II. Vivimos el presente con pasión… Hoy, en otros tiempos y en otros escenarios, pero viviendo el mismo carisma congregacional nos toca continuar con esta bella misión de educar evangelizando. En el tiempo actual “Kairós”, el colegio es el espacio privilegiado de evangelización de niños, adolescentes y jóvenes. Tomamos en serio este desafío, porque: “Si la escuela católica no evangeliza, pierde su razón de ser”.  

         Queremos formar personas íntegras, buenos ciudadanos, excelentes cristianos pero sobre todo que nuestros alumnos sean agentes de cambio y transformación. Si no lo hacen ellos, ¿quién lo hará? Nuestra misión en este mundo es clara: “Hay que ser como Jesucristo. Hay que dejar huellas que cambien la historia”.

         III. Abrazamos el futuro con esperanza, recibiendo en forma proactiva, nueva y creadora el tiempo que viene

Y como la Misión de Dios no tiene fin, la tarea no se ha cumplido: es mucho lo que se ha hecho en el pasado, es grande lo que se hace hoy, pero es fascinante y maravilloso mirar hacia el futuro con ojos de misionero, enamorado de Cristo y de su Iglesia, teniendo presentes las palabras de nuestro P. Fundador Arnoldo Janssen: “Cuando hayamos hecho todo lo que estaba de su parte, Dios hará el resto”.

                   En el amor del Verbo Divino.

Representante Legal
P. Tadeusz Giza